Supersesionismo, Una Visión Teológica Compleja
Contexto Histórico
Históricamente, el cristianismo ha enseñado el supersesionismo, también conocido como teología de la sustitución. Esta doctrina implica o declara explícitamente que el cristianismo ha suplantado al judaísmo, y que la Alianza Mosaica del Antiguo Testamento ha sido reemplazada por la Nueva Alianza en Jesucristo. Esta Nueva Alianza se centra en la salvación por la gracia de Dios, en lugar de mediante la estricta observancia de la Torá. Una creencia comúnmente asociada a esta idea es que el estado de "pueblo elegido de Dios" ha pasado de la comunidad judía a la Iglesia cristiana.
Reflexiones Personales e Ideas Escriturales
Es importante destacar que no puedo identificarme con esta creencia. A pesar de que Israel ha rechazado a Jesús, no ha perdido su estatus como pueblo elegido de Dios. Dios, en su naturaleza soberana, no cambia ni se contradice. Esta convicción se refleja en las palabras de Jesús, registradas en los Evangelios y en los escritos de Pablo.
Mateo 5:17 (AMP) dice:
"No penséis que he venido para abolir la Ley o los Profetas; no he venido a abolir, sino a cumplir."
Además, Romanos 11:29 (AMP) afirma:
"Porque los dones y el llamado de Dios son irrevocables. [Él nunca los retira una vez que son dados, y no cambia de opinión sobre aquellos a quienes da su gracia, o a quienes envía su llamado.]"
La Alianza Mosaica, Continuidad y Transformación
El núcleo del supersesionismo, en el cual la Alianza Mosaica supuestamente queda anulada, recibe una aceptación variable. Aunque la observancia de los mandamientos de Dios pueda diferir entre los creyentes, muchas de estas leyes siguen siendo cumplidas, incluyendo el respeto del Sábado, algunas de las leyes dietéticas (kashrut), y la observancia de otros días santos.
Jesús, El Cumplimiento de la Ley
Jesucristo ha abierto un camino a Dios a través de la gracia, accesible tanto para judíos como para gentiles. La ley, tal como se entiende en el judaísmo tradicional, no ofrece un camino directo hacia el cielo, especialmente considerando la complejidad y los desafíos de mantener una obediencia perfecta en nuestro mundo moderno. Esto lleva a las profundas palabras de Jesús, donde declaró:
Juan 14:6 AMP
"Jesús le dijo: Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí."
Conclusión
El supersesionismo, aunque históricamente influyente en el cristianismo, es un tema complejo y matizado. A través de una conexión personal con la enseñanza de Jesucristo, podemos apreciar la importancia persistente de la tradición judía, reconociendo que la salvación por la gracia de Cristo se extiende a todos. Esta actitud fomenta una comprensión más profunda de la conexión espiritual entre el cristianismo y el judaísmo y un reconocimiento de la intemporalidad de las promesas y alianzas de Dios. Abre un diálogo entre las tradiciones de fe y reconoce el valor intrínseco y la continuidad de la revelación de Dios a lo largo del tiempo.